Los datos que proporciona la Organización Internacional del Trabajo (OIT) son más que preocupantes: “un tercio de los accidentes laborales mortales se producen a causa del consumo de alcohol”. Según nos transmiten las empresas el consumo de alcohol y otras drogas es cada vez más común y no saben si pueden actuar o cómo hacerlo.
Esta problemática afecta al trabajador aumentando de 2 a 3 veces la posibilidad de que tenga una accidente de trabajo, pero también tiene consecuencias negativas para la empresa deteriorando su imagen y las relaciones laborales, disminuyendo la producción, aumentando el absentismo, etc.
¿Qué puede hacer la empresa?
-Establecer un PLAN DE ACTUACIÓN consensuado con los trabajadores en el que se definan las actuaciones que se llevarán a cabo, entre otras:
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Identificar los puestos “críticos” teniendo en cuenta:
– Indicadores tales como el absentismo laboral, conflictos con compañeros, disminución del rendimiento, cambios emocionales, petición frecuente de anticipos, comportamientos violentos, cambios físicos (ojos enrojecidos, ojeras,…), etc.
– Los factores de riesgo laborales que pueden aumentan la probabilidad de que una persona llegue a consumir drogas:
*Jornadas de trabajo muy largas.
*Turnos y rotaciones horarias, dificultad para compaginar la vida laboral, social y personal.
* Cambios frecuentes de puesto, trabajos solitarios.
* Sobrecarga de trabajo, estrés
* Promoción profesional limitada.
* Trabajos repetitivos y/o poco motivadores.
* Puestos con alto riesgo estrés (sanitario, trabajo con maquinaria peligrosa) o trabajos con disponibilidad de sustancias adictivas (camareros, sanitarios…).
* Conflictividad laboral, competitividad.
* Tolerancia y/o consumo de ciertas drogas en el lugar de trabajo.
* Inestabilidad en el puesto de trabajo.
- Organizar charlas para informar a los trabajadores de los efectos del consumo de drogas y de las consecuencias que tiene para él mismo, su entorno más cercano (familia, amigos) y el trabajo, difundir fichas divulgativas, etc.
- Promover estilos de vida saludables.
- Facilitar el tratamiento al trabajador prestando información sobre centros de ayuda, permitiendo compaginar el tratamiento con el trabajo, etc.
- Hacer un seguimiento con el trabajador y en caso de que el trabajador tenga que abandonar su puesto por su adicción, reservarle el mismo tras su tratamiento y facilitar la adaptación al mismo.
-El personal sanitario de VIGILANCIA DE LA SALUD a través del reconocimiento médico al trabajador, puede detectar el consumo y valorar su aptitud para el trabajo. Cumple un papel importante ya que puede ayudar al trabajador a que reconozca su problema y orientarle para que lo afronte poniéndole a disposición los tratamientos y centros de ayuda a los que puede acudir.
A su vez se puede asesorar y sensibilizar a la empresa para que aborde este tipo de problemas y la importancia de su implicación para tratarlo y prevenirlo.
-Los COMPAÑEROS de trabajo también pueden detectar esta situación comunicándolo a la empresa. No ayuda el que lo cubran, todo lo contrario.
El mayor consumo de drogas, ilegales y legales, lo encontramos en la hostelería y en la construcción, siendo considerable también en los sectores de transporte y comercio. En los hombres el consumo de alcohol predomina también en el sector agrícola, pesquero, ganadero y extractivo. Por tanto, en estas actividades es donde prioritariamente deben adoptarse medidas para prevenir el consumo de drogas.
Excelente comentario, el realizado por Marta Sanchez. Añadir por mi parte, algún comentario como persona que diariamente, pregunta a los trabajadores sobre los hábitos toxicos: tabaco, alcohol, drogas.
De forma sorprendente son muy pocas las personas que declaran abiertamente dichos hábito. Y nos encontramos con una paradoja, aquellos que dicen que BEBEN, obtienen unos resultados analiticos aceptables. Sin embargo los que no referencia consumo de alcohol, aparecen con unas analiticas alteradas.
Estos datos son muy importantes, en el caso de manejo de maquinaria, conduccion de vehícuos, trabajos en altura, etc.
Nuevamente, esperamos de la colaboraicon de todos.
Cuando hablamos del alcoholismo o de otras dependencias no debemos olvidar que todo lo que se mantiene en el tiempo tiene una función importante para el organismo o la persona.
A nivel fisiológico el alcohol es un depresor del sistema nervioso central, es decir, su ingestión produce los efectos, por todos bien conocidos, que son inicialmente euforia o alegría para producir posteriormente un estado de calma en la persona.
Como consecuencia bajo los efectos del alcohol soy más sociable, estoy más tranquilo al relacionarme con los demás, creando una falsa seguridad; además el alcohol me desconecta de los problemas, me aleja de tomar responsabilidades y me protege de un mundo exigente.
El éxito en la abstinencia será posible si tenemos en cuenta las características psicológicas personales y familiares del individuo, reduciendo o eliminando la fuente que la hace necesaria, dotando a la persona de herramientas para controlar su estrés o su dolor, enseñándole a manejar sus emociones y sus propios recursos.